Prudencio tiene una habilidad especial:

empezar cosas y dejarlas botadas como si nada.

El ovillo de lana quedó deshecho,

la siesta interrumpida,

y esa mosca… bueno, la mosca ya no volvió a contarlo.

Algunos dicen que Prudencio planea dominar la casa,

pero se distrae tanto que olvida por dónde empezar.

Con su aire serio, cualquiera pensaría que Prudencio es un gato prudente…

hasta que lo ves tropezar con su propia sombra.

Lo único seguro es que, con Prudencio cerca,

nunca sabrás si reírte de sus ocurrencias

o preocuparte un poquito por la próxima “gran idea” que deje a medias.

📏 Medidas: Alto: 9,5 cm | Ancho: 6 cm

Hechas a mano para inspirar y acompañar. Son piezas decorativas, no recomendadas para niños