Jacinto insiste en que nació para ser jardinero…
aunque la evidencia diga lo contrario.
Se le secan los cactus, olvida regar las macetas
y más de una vez ha confundido semillas de flores con alpiste.

Pero nadie puede enojarse con él.
Porque lo intenta con tanto entusiasmo
que hasta las plantas parecen perdonarle sus torpezas.
Dicen que los girasoles se doblan hacia donde está,
como si entendieran que lo suyo no es técnica,
sino puro cariño.

Al final, Jacinto demuestra que no hace falta ser un experto
para llenar un jardín de vida.
A veces basta con querer mucho,
reírse de los errores
y seguir sembrando, aunque nada salga como lo plantaste. 🌻

Incluye sus accesorios!

Hechas a mano para inspirar y acompañar. Son piezas decorativas, no recomendadas para niños

Medidas 10.5 cm x 6 cm